La bestia en la cueva (The Beast in the Cave) es uno de los primeros relatos escritos por Howard Phillips Lovecraft, publicado por primera vez en 1918. Aunque es una obra de juventud, ya se vislumbran algunos de los temas recurrentes en su literatura: el aislamiento, lo desconocido y lo monstruoso.
La historia se cuenta en primera persona por un narrador anónimo que describe una experiencia estremecedora ocurrida en las cavernas de Mammoth, en Kentucky. El relato inicia con una reflexión sobre el terror auténtico, ese que se basa en lo desconocido y en los sentidos llevados al límite, preparando el escenario para el espantoso episodio que relatará.
Durante una excursión turística por la inmensa caverna subterránea, el protagonista se separa accidentalmente del grupo y se extravía en la oscuridad. Inicialmente, se muestra razonablemente tranquilo y trata de conservar la compostura. A medida que el tiempo avanza, se da cuenta de que su situación es crítica: no tiene una fuente de luz, está completamente solo y el silencio que lo rodea se vuelve casi insoportable.
En ese entorno absolutamente negro y silencioso, donde el tiempo parece suspenderse, el protagonista comienza a experimentar una creciente sensación de angustia. La oscuridad total lo obliga a afinar su sentido del oído, y es entonces cuando percibe algo extraño: unos pasos. Al principio, cree que es el guía o algún otro visitante que también se ha extraviado. Sin embargo, al escuchar el ritmo irregular de esos pasos, empieza a sospechar que no se trata de un ser humano...
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